En la búsqueda constante por mejorar nuestra salud mental y bienestar general, los programas basados en Mindfulness (MBP) han ganado popularidad no solo como una herramienta para enfrentar el estrés y la ansiedad, sino también como un potencial impulsor de nuestras capacidades cognitivas. La fascinación por entender cómo estas prácticas pueden afectar funciones como la memoria, la atención y la función ejecutiva, nos lleva a una pregunta crucial: ¿Qué tan efectivos son realmente los MBP en la mejora de la función cognitiva en adultos?
Para responder a esta pregunta, se realizó el primer metaanálisis y revisión sistemática enfocado exclusivamente en los resultados cognitivos objetivos derivados de estudios aleatorizados de MBP en adultos. Hasta enero de 2020, se incluyeron cincuenta y seis estudios únicos, sumando un total de 2931 participantes. De estos, 45 estudios con 2238 sujetos fueron analizados a través de un metaanálisis robusto de estimación de la varianza, proporcionando una visión integral y detallada sobre la materia.
Los resultados son reveladores. Al agrupar los datos de diversos dominios cognitivos, el tamaño del efecto global de los MBP sobre los comparadores fue pequeño, pero significativo (g = 0,15; [0,05, 0,24]), indicando una mejora favorecedora debido a las prácticas de mindfulness. Específicamente, los MBP mostraron beneficios en la función ejecutiva (g = 0,15; [0,02, 0,27]) y en la memoria de trabajo (g = 0,23; [0,11, 0,36]), destacando cómo estas prácticas podrían afinar aspectos clave de nuestra cognición.
Además, el análisis por subgrupos reveló que estos efectos eran particularmente significativos en muestras no clínicas y en adultos mayores de 60 años, sugiriendo que el mindfulness puede ser especialmente beneficioso para el envejecimiento cognitivo saludable. Importante es notar que los MBP superaron a los comparadores inactivos, mas no así a los activos, lo que nos invita a reflexionar sobre la importancia de comparar las prácticas de mindfulness con otras intervenciones activas en futuras investigaciones.
Sin embargo, es crucial reconocer las limitaciones de este metaanálisis, incluyendo el riesgo de sesgo dentro de los estudios, mayoritariamente clasificado como incierto, y algunas limitaciones estadísticas que afectan la confiabilidad de ciertos valores de p. A pesar de estos desafíos, los hallazgos apoyan la noción de que el mindfulness tiene un impacto positivo, aunque modesto, en la función cognitiva.
Los programas basados en Mindfulness ofrecen una promesa de mejora cognitiva, especialmente en áreas como la función ejecutiva y la memoria de trabajo. A medida que continuamos explorando y entendiendo mejor estos efectos, queda claro que la práctica de la atención plena puede ser una valiosa adición a nuestras estrategias de salud mental y cognitiva. Esta revisión sistemática y metaanálisis representa un paso importante hacia la comprensión del potencial del mindfulness para enriquecer nuestras vidas, destacando la necesidad de más investigación de alta calidad para explorar plenamente sus beneficios