Sabemos que el sueño es importante para el correcto funcionamiento físico y cognitivo. Y lo sabemos, sobre todo, por la gran evidencia científica que muestra un detrimento en las habilidades cognitivas en privación de sueño.

Por ejemplo:

Este artículo examina los efectos de la privación del sueño en el rendimiento cognitivo. Aunque es ampliamente aceptado que el sueño insuficiente conduce a una ralentización general en la velocidad de respuesta y a una mayor variabilidad en el rendimiento, especialmente en medidas simples de alerta, atención y vigilancia, hay menos acuerdo sobre los efectos de la privación del sueño en capacidades cognitivas más elevadas, como la percepción, la memoria y las funciones ejecutivas. Se debate si la privación del sueño afecta casi todas las capacidades cognitivas de manera global a través de una alerta y atención degradadas, o si la pérdida de sueño específicamente perjudica algunos aspectos de la cognición más que otros.

La evidencia de neuroimagen ha implicado a la corteza prefrontal como una región cerebral especialmente susceptible a los efectos de la pérdida de sueño. Sabemos que esta región del cerebro está relacionada con la toma de decisiones complejas, lógicas y conscientes ¿os suena de algo? 

Mientras que muchas tareas de razonamiento convergente y basado en reglas, toma de decisiones y planificación son relativamente poco afectadas por la pérdida de sueño, aspectos más creativos, divergentes e innovadores de la cognición parecen verse afectados por la falta de sueño. Vamos, no quieres “regfestear” habiendo dormido menos de lo necesario.

La evidencia emergente sugiere que algunos aspectos de las capacidades cognitivas más elevadas permanecen degradados por la privación del sueño a pesar de la restauración de la alerta y la vigilancia con contramedidas estimulantes, lo que sugiere que la pérdida de sueño puede afectar sistemas cognitivos específicos más allá de los efectos producidos por declives cognitivos globales o procesos atencionales deteriorados. Es decir; no hay cafeína, modafinil u otra droga que pueda compensar la falta de sueño a largo plazo.

Finalmente, el papel de la emoción como faceta crítica de la cognición ha recibido atención creciente en los últimos años y la evidencia sugiere que la privación del sueño puede afectar particularmente a los sistemas cognitivos que dependen de datos emocionales. Por lo tanto, la medida en que la privación del sueño afecta un proceso cognitivo particular puede depender de varios factores, incluida la magnitud del declive global en la alerta y la atención general, el grado en que la función cognitiva específica depende de las redes de procesamiento emocional y la medida en que ese proceso cognitivo puede recurrir a regiones corticales asociadas para obtener apoyo compensatorio.

Viendo esto parece que el sueño es importante para nuestra profesión , pero ¿es más sueño mejor?

Veamos qué dice la ciencia:

En este artículo se examina la relación entre la duración del sueño y el rendimiento cognitivo en una muestra amplia de participantes de 15 a 89 años de edad. Se analizaron datos de rendimiento de tres juegos de entrenamiento cognitivo en internet, que evaluaban la velocidad de procesamiento, la memoria de trabajo, la memoria visoespacial y la aritmética. 

Los resultados mostraron que el rendimiento cognitivo alcanzaba su punto máximo con una duración del sueño de 7 horas en la muestra en su conjunto. Además, se observaron decrementos en el rendimiento para duraciones de sueño superiores a 7 horas, tanto en grupos más jóvenes como en grupos más viejos. Estos hallazgos desafían la idea de que el deterioro del rendimiento cognitivo con una larga duración del sueño se debe únicamente a comorbilidades médicas asociadas con el envejecimiento. Sugieren un modelo óptimo de dosis de sueño y que hay un costo asociado con un sueño prolongado. 

Más no es mejor, parece que todo el mundo tiende a tener un número determinado de horas necesarias para estar bien focus. Dicho esto, desde PokerVida abogamos por cuantificar la cantidad y calidad del sueño para correlacionar con variables de winings y poder optimizar nuestros hábitos.

Fuentes: Wikipedia, Pubmed